Palabras de Padre

José Allamano, el fundador de l@s misioner@s de la Consolata, se definía “padre”, y vivía su paternidad de una manera muy profunda: sus gestos, palabras, afectos… todo hablaba de su amor de Padre para sus hijos.

Cuando un grupo de misioner@s partía para la misión, él lloraba al despedirse, como un verdadero padre que ama a su hijo.

Una manera de vivenciar su paternidad era dejar consejos llenos de sabiduría, con encuentros regulares para l@s misioner@s en Italia, con numerosas cartas a l@s que estaban en las misiones de Kenya.

Muchas de sus palabras fueron recojidas por sus hijos, así que hoy podemos continuar a ecuchar su voz y su sabiduría, que tiene mucho para decir a cada misioner@s de la Consolata, religios@s y laicos que viven el carisma consolatino, pero también a cada persona que desea vivir bien su vida a la luz de la fe en Jesucristo.

Acá van algunos celebres pensamientos del Beato José Allamano, verdaderas luzes para nuestro caminar misionero (más adelante vamos a poner otros pensamientos).

"Mi más grande y constante preocupación es esta: la santificación de ustedes. De echo, no bastas con haber recibido de Dios una vocación tan especial, así como no basta con gozar de sus virtudes y beneficios. Es necesario apreciarla caminando en la perfección que ella requiere. Por eso éste es nuestro ideal: llegar a ser santos, grandes santos, muy pronto santos"

Jesús está en el Santísimo Sacramento como amigo, por lo tanto tratémoslo como tal. Él nos quiere mucho y nosotros lo queremos mucho a él. Comprendan bien este misterio de amor para nosotros: cada vez que vamos a visitarlo, como amigo nos acoge con afecto, es más, con un encendido deseo. Jesús Sacramentado es el centro alrededor del cual giramos continuamente. Ed el centro del que parten todas las gracias para el Instituto.