Un comedor de puertas ( y corazón) abiertas

El día 16 de Abril el Comedor Popular de Vilacaya ha completado 2 años de su reabertura. Este proyecto, pensado por las Hijas de Jesús que en aquel entonces vivían en Vilacaya, había sido cerrado. Pero con nuestra llegada al pueblo la gente lo pidió repetidas veces. Lo abrimos después de un discernimiento por el cual entendemos que es un servicio importante para la juventud. Al Comedor Popular acuden los alumnos de primaria y de secundaria que vienen de otras comunidades y alquilan una pieza (generalmente son varios hermanos) en el pueblo para poder acudir a las clases. El Comedor acoge también a niños del pueblo que viven situaciones familiares difíciles.

los jóvenes almuerzan en el Comedor Popular durante el encuentro interparroquial

Con el tiempo el Comedor se ha vuelto un lugar familiar para los chicos, que se sienten como en su casa: las relaciones con los jóvenes y niños se han afianzado, y juntos caminamos, deseando el bien, lo mejor para cada uno de nuestros pequeños. En la cultura quechua dar comida o recibirla es signo de acogida mutua, así que este gesto de caridad para con los jóvenes significa también nuestra acogida y alegría para cada una de sus vidas.

lo niños de las escuelas rurales son acogidos por el Comedor Popular

Desde hace un año el Comedor ha ensanchado su corazón y abierto sus puertas a otras personas: cada último domingo del mes acoge a los abuelos del pueblo: en cooperación con el Centro de Salud las personas mayores acuden al Comedor donde toman su desayuno, luego son atendidos por el Doctor y la Licenciada, y después almuerzan todos juntos.

En este año cada vez más le Comedor Popular se revela un lugar de acogida y encuentro: cien niños de varias escuelitas rurales han almorzado ahí, en ocasión de un campeonato del Nucleo Educativo de Vilacaya, y pocos días después los jóvenes de varias Parroquias de la zona, reunidos por un encuentro de Pastoral Juvenil, han compartido la comida, juntos con las hermanas.

Signos, éstos, de gran vitalidad y de un corazón que quiere estar siempre abierto para acoger.