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Misioneras de la Consolata en Argentina y Bolivia
¡BIENVENID@S!

Nuestra Madre Consolata

Hoy empieza la Novena de la Virgen Consolata, que nos prepara a la fiesta del 20 de junio. En esta fecha ocurrió un milagro en la ciudad de Turín, hace muchos siglos: un hombre ciego, después de haber caminado por montañas y valles, inspirado por una aparición de la Virgen, encontró en Turín un icono de la Madre de Dios que se había extraviado por mucho tiempo. En el momento en que halló la imagen sagrada, este hombre recuperó milagrosamente la vista. Desde aquel entonces, todos los años la gente de Turín y de la región acude a la Madre, que siempre acompañó a su pueblo, especialmente en momentos difíciles, como el tiempo de guerra o de epidemia.

la Consolata en medio de los aguayos
La Madre Consolata es misionera: llega donde están sus hijos. Con los migrantes la Virgen ha llegado a América, Argentina y Brasil y más lugares. Así que cuando los misioneros llegaron a América Latina, ya la encontraron, la Madre había preparado camino. Así en Argentina, donde en Córdoba la Consolata es una Patrona muy amada entre los descendientes de los piemonteses. Así en San Pablo, Brasil, cuando los misioneros llegaron a la ciudad, en la Parroquia que les dieron encontraron ya un cuadro de la Consolata que los esperaba. ¡Qué sorpresa y qué comoción, se puede imaginar!

Así que por esta Novena podemos pedir a la Madre Consolata dos cosas: primero, que nos ayude a abrir los ojos, como al ciego que la encontró. Que nos abra los ojos hacia los demás y no nos cerremos en nuestro pequeño mundo.

Segundo, que ella nos preceda y abra camino: ella sabe donde hay hermanos y hermanas que necesitan su consolación, que aí nos preceda y nos indique el camino.

¡MADRE CONSOLATA, PROTEGE A TUS HIJOS E HIJAS! 

la Consolata con mate y bandera argentina
bendice a sus hijos e hijas de esta tierra hermosa




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