El recuerdo de un llamado
En agosto Hna Nair Sassi, misionera de la Consolata brasileña, que desde el año pasado vive en Argentina, nos comparte su vocación y las mayores alegrías de la vida misionera.
Hna Nair en Bolivia |
¿Cómo
conociste las misioneras de la Consolata?
Mi primer contacto con las hermanas fue cuando
cursaba la secundaria. La Hermana Marlene y el Hermano Antonio, misioneros de
la Consolata, hacían animación Misionera en las escuelas, y hablaban mucho de
las missiones, hacian ver las misiones en Africa, hablaban de la necesidad en
las misiones, porque el trabajo era mucho y pocos los misioneros. Otros jóvenes
disponibles para responder al llamado de Dios y colaborar en las misiones.
Escuchar todo ésto
me llenaba el corazón de alegría, de entusiasmo, sentía que el Señor me estaba llamando a algo
diferente, era ésto mismo lo que yo quería, mas tenía miedo.
Yo vivi siempre
en el campo, allí trabajaba con mi familia, parecía algo tan lejos para mí.
Al finalizar la
semana de animación misionera, dejaron una hojita con la pregunta: ¿Quieres ser Misionera(ero)
de la Consolata? Dentro de mí sentía que era sí, con grande alegría. Mas el
miedo me hizo responder que no sabía lo que Dios quería de mí. Sorpresivamente después de una semana la
secretaria de la escuela entró en el salón de clase y distribuyó las cartas que
la Hermana Marlene y el Hermano Antonio escribieron invitando a un encuentro
vocacional. Allí había también una para Mí. No tengo palabras para expresar la
alegria que sentí. Fue lo más lindo que recibí en mi vida. Todavía tengo esta
carta y la primera imagen de la Consolata que recibí; La conservo como algo muy
precioso, porque con esta invitación cambió el percurso de mi historia
¿Qué te hizo
decidir a ser Misionera de la Consolata?
Viendo la
necesidad de más misioneras para la misión y el deseo de dar mi vida por mis
hermanos, haciendo algo diferente por ellos. Todo esto me cuestionaba e impulsaba a iniciar el camino de formación con
las misioneras de la Consolata, sabiendo que esta opción implicaría enfrentar
muchos desafíos.
Hna Nair renueva su consagración en la celebración de lo 25 años con toda las hermanas de la región, en la Misa celebrada por Mons Fernando Carlos Maletti, obispo de Merlo Moreno |
¿Cuál es una
de las alegrías más grandes que te dio la Misión?
La misión me dió
siempre muchas alegrías, para mí la más grande fue poder ser signo de esperanza
para la gente. Trabajando en Nangololo, Mozambique, donde el analfabetismo era
demasiado, sobretodo en las mujeres, logré con Caritas Española organizar la
alfabetización en las comunidades preparándolas bien hasta saber leer y
escribir. Ver aquellas mujeres y hombres
sedientos de aprender a ler y escribir era algo que no se podía explicar.
La emoción más
grande fue ver aquellas mujeres leyendo en las misas, una experiencia inolvidable.
Otro signo
fuerte de esperanza fue la realización de un pozo artesiano con la colaboración
del grupo Lokomotiva de Italia para el pueblo que sufría la falta de agua.
Y como éstas,
tantas otras experiencias lindas de mi vida misionera, vividas a lo largo de
estos 25 años que celebro en agosto de 2016.
¡muchas bendiciones, hna Nair, hoy y siempre! |
El recuerdo de un llamado
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